Samuel Huntington y las transiciones democráticas

28.04.2020

Por: Alejandro Enrique Rodríguez Becerra



Al finalizar la segunda década del siglo XXI, el planeta vive uno de los períodos más fructíferos para la democracia, nunca antes tantos individuos se encontraban bajo el abrigo de este sistema de organización política, lo que no quiere decir que se haya consolidado plenamente, porque aún está lejos del funcionamiento de una cultura política participativa. Materia pendiente para lograr el respeto al consenso en la toma de decisiones colectivas, el reconocimiento de adversarios políticos y no de enemigos mortales, y una institucionalidad cargada de verdaderos principios de control y cambio popular. Realidad que se refleja en los resultados publicados por la prestigiosa revista The Economist en el año 2019,la cual señala que la cantidad de personas residentes en países con democracias imperfectas se ubica en un 32,7% de la población mundial, solo el 4,5 % lo hace en democracias plenas. Por consiguiente, el mundo ha avanzado en términos generales en la sustitución de los gobiernos que no eran legitimados democráticamente, proceso que tiene entre sus más connotados estudiosos a Samuel Huntington, con su propuesta de las tres olas democráticas.

Tesis enmarcada dentro de las teorías del institucionalismo, que al igual que otras propuestas de transiciones democráticas labra su contenido a partir de un estudio sistemático de los factores que pudieran favorecer o retardar su inicio, sus fases o modalidades, su dinámica y el papel que desempeñan los agentes sociales. En ella plantea que «el significado político más importante de la democracia es la capacidad que poseen sus instituciones para proteger los derechos y libertades de los ciudadanos». Siendo la más importante de todas las elecciones competitivas, donde los que toman decisiones colectivas pugnan por el voto popular, porque en la medida que se niegue este derecho a cualquier grupo de la sociedad o se limite el accionar de la oposición en el evento, no puede ser considerado democrático.

Afirma que la expansión de la democracia en el planeta se originó por el crecimiento económico mundial, la actividad de la iglesia católica y la presión de los países occidentales democráticos, dando así «olas de democratización o grupos de transiciones de regímenes no democráticos y regímenes democráticos dentro de un período específico de tiempo y que, de manera significativa, supera las transiciones en el sentido opuesto», así formuló a grandes rasgos tres momentos:

  • Primera ola (1828 - 1926): El concepto de democracia se remonta a los filósofos griegos, sin embargo, su uso moderno data de las transformaciones revolucionarias de las sociedades occidentales ocurridas a fines del siglo XVII. Más tarde y durante buena parte del XIX se diferenció de la aristocracia, quien la esgrimía asiduamente como una palabra oprobiosa. Cambio que se generó a medida que la participación ciudadana aumentaba en la toma de decisiones políticas, secuela de la extensión gradual del sufragio a las capas populares (Estados Unidos, Reino Unido y Suiza son las naciones más activas en esta trasformación). El 28 de octubre 1922 se inició una contra ola democrática con la marcha de Benito Mussolini sobre Roma, evento que amplió el auge del fascismo, el nazismo y el militarismo en Europa.
  • Segunda ola (1943 - 1962): Floreció en medio de la victoria de los países aliados en la II Guerra Mundial, laurel que desapareció cualquier oposición contra la democracia. Cubrió países muy diferentes entre sí, como Francia, Malasia, Venezuela y Gambia. Esta ola se detuvo en 1962, cuando renacen regímenes militaristas y pretorianos dentro de un mundo organizado de forma bipolar, en el que se enfrentaban sus dos superpotencias, los Estados Unidos y la Unión Soviética.
  • Tercera ola (1974 - 1991): Se presenta en países diversos como España, Mongolia y Guatemala, para 1991 momento en que publica su libro La tercera ola. La democratización a finales del siglo XX, no tenía evidencias que le permitiera intuir la existencia de una contra ola democrática en un mundo que desde 1989 se organizaba de forma unipolar, con Estados Unidos como superpotencia.

"el mundo ha avanzado en términos generales en la sustitución de los gobiernos que no eran legitimados democráticamente" 

Dentro de estas olas democráticas se presentaron tres mecanismos de sustitución de los regímenes no democráticos, cada uno con su propia dinámica, así tenemos: a) El Reemplazo, en el que se releva el grupoque ostentaelpoder por parte de la oposición. b) El de transformación, donde la elite gobernante cambia radicalmente el sistema político. c) El de Transplazo, ocurrido por una negociación entre gobierno y oposición.

En síntesis, la teoría de Samuel Huntington de transiciones democráticas se estructura en la existencia de tres olas que permitieron a través de mecanismo de reemplazo, transformación y transplazo, la sustitución de regímenes no democráticos por unos democráticos, esto a través de la consolidación de un sistema electoral competitivo. Elemento transcendental dentro de su propuesta ya que sin su presencia no puede haber democracia, la cual se expandió por el mundo como secuela del crecimiento económico mundial, la actividad de la iglesia católica y la presión de los países occidentales democráticos. 


 

© 2020 CIHMBI, Av. José Antonio Páez. El Paraíso, Caracas-Venezuela.  Zona, Postal 1021, Torre Docente, Ambiente 802-A, Teléfono: (0212) 915-83-69, centromariobriceno8@gmail.com
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar